La respuesta sería afirmativa si se hace caso al delegado de prevención y miembro del Comité de seguridad y salud de dicha Corporación que denuncia además pérdida de visión, dolores de cabeza y resfriados en algunos trabajadores por ocupar la entreplanta del Palacio Provincial.
Alega además, dicho "trabajador", hacinamiento de personal en un reducido espacio, falta de humedad y ausencia de renovación del aire de los despachos.
Por todo lo denunciado, llegamos a la conclusión que próximamente, al considerar esas dolencias y sus consecuencias como accidente laboral, pedirá que aquellos funcionarios a los que "se les cae el pelo" puedan exigir que los correspondientes implantes corran por cuenta del erario público. Quedamos a la espera de noticias y de conocer si esta petición se incluye en la negociación del próximo convenio colectivo.
Por cierto, antes de que acabe el año hay elecciones sindicales en la Diputación y aunque pueda parecerlo, que nadie piense que con estas denuncias tan peculiares algunos están buscando repetir como representantes sindicales, labor ingrata donde las haya y nunca suficientemente reconocida, especialmente para algunos "grandes trabajadores".