Seguro que muchos dicen estar convencidos de que son los tres concejales de C´s los que actualmente tienen en sus manos el futuro de Lacalle y la llave que decide en el Consistorio capitalino. Nada más lejos de la realidad.
Es el voto de la concejala no adscrita (para algunos tránsfuga) Silvia María Álvarez el que seguro que decidirá muchas cosas. Consciente de ello, el editor del DB, Méndez Pozo ya se la ha ganado para su causa. Sólo ha sido necesario una entrevista en su diario un domingo, una invitación a Valladolid para acercarse a Albert Rivera y que le haya hecho llegar a este último su opinión sobre lo que ha podido pasar para que Silvia María sea considerada como una "apestada política" por sus ex-compañeros burgaleses.
Haciendo números, y para ello no hace falta ser matemático, está muy claro que los siete votos del PSOE y los seis de Imagina Burgos suman trece. Y 13+1=14. Justo el número necesario para que se pueda hacer algo en el Ayuntamiento que no le guste o interese al "Jefe". Porque está claro que todos dan ya por descontado que diez del PP y tres de Ciudadanos son también trece.
La Operación Silvia María-Méndez no ha sentado nada bien a los dirigentes Ciudadanos de esta provincia y no hay como ver la cara que se les ha quedado a "Pocholo Delgado" y a Lorenzo Rodríguez desde que han conocido el viaje y la estancia de su ex-compañera en Pucela. De momento, guardan la compostura porque saben que si alzan la voz pueden perjudicar la candidatura de su partido que busca desesperadamente en esta circunscripción un diputado nacional. De ahí que a partir de enero harán público su malestar al respecto.